Iniciamos nuestras actividades desde agosto de 2008. Integrado por Diana Collazos (artista escénica), Juan Manuel Bermúdez (artista visual) y Carlos del Águila (videasta); El Medio de la Nada se reúne con la finalidad de investigar la video-acción o video-performance poniendo énfasis en crear/inventar nuevos lenguajes, cruzar fronteras artísticas de ida y vuelta, proponer instalaciones mediáticas, realizar riesgos necesarios, generar estructuras para la libre improvisación, cuestionar la identidad, el medio y la nada.
La idea del proyecto parte de una reflexión personal mostrada en el siguiente texto de mi autoría:
“Ella se ve al espejo,
en sus fotos, en videos. Piensa “¿así soy?”. Se reconoce en texturas ajenas a
la suya, ajenas a su piel, células. Y piensa que realmente es así, o valora más
eso porque cree que es así como la verá todo el mundo. La imagen viaja, su
imagen viaja a distintos lados, distintas personas la verán y creerán que Ella
es esa imagen. ¿Y en verdad ella es así? En sus fotos sale distinta, y no ha
pasado mucho tiempo entre una y la otra, no ha cambiado mucho al parecer. Pero
sale distinta, en los videos también. Pero más cree que realmente es ella
cuando ve esas fotos que cuando ve su cuerpo ¿será porque no puede ver su
cuerpo completo? O ¿Será porque la era de la imagen la atrapó como a todos?”
A
partir de esta primera reflexión fue que me empecé a cuestionar sobre lo que
podría ser una búsqueda de identidad a través de la imagen, nuestra propia
imagen. Preguntándome acerca del significado de la búsqueda del Yo en esta era
tecnológica.
El yo carnal, el yo de la psique, el yo
del alma, se desplazan para dar paso a un nuevo Yo: el yo tecnológico. La migración de nuestra imagen a través de las
redes virtuales genera diversos cuerpos virtuales que tienen como base un mismo
cuerpo real. La cantidad de imágenes que brotan de nuestro cuerpo migran
rápidamente, cruzan fronteras, dejando al cuerpo real devastado por su imposibilidad
de realizar ese movimiento, dejándose dominar por el poder de los medios,
reconociéndose - encontrándose - identificándose más con los pixeles que con
sus células, generando nuevas identidades superficiales que fraccionan al yo real debilitándolo hasta desaparecer
o perderse.
Situándonos
en nuestro contexto surgen las siguientes preguntas: Al no ser nuestro país un principal
productor de tecnología ¿cómo influyen todos estos avances que vienen de fuera
en la generación de nuestra identidad? ¿Cómo nos dominan y cómo imprimen su
sello de “verdad” en nuestro diario vivir?
En
ese sentido, los más vulnerables somos los más jóvenes que aún desconocemos el
rumbo que tomarán nuestras identidades virtuales. También, en ese sentido, las
mujeres somos las más influenciadas por la publicidad y los estándares de
belleza que nos obligan a “arreglarnos” ya sea real o virtualmente. Y en el
caso del arreglo virtual (photoshop, por ejemplo) ¿cómo nos miraríamos con ese
otro yo conformado de pixeles (que no sería la imitación fiel de nuestro cuerpo)
pero si de nuestro sueño o ideal? Tal vez un extraño espejo al cual amaríamos
pero ¿cuáles serían las consecuencias?
Los trabajos del colectivo intentan generar respuestas o generar más preguntas acerca de estas premisas. Buscamos reflejar este poder de los medios en la figura de los otros dos video performers, que a través de la cámara de video, la proyección, la cámara fotográfica, la televisión, el circuito cerrado, etc. accionan cazando, dominando y transformando la imagen de la mujer performer hasta su fragmentación, hibridación o destrucción.